Determinar el valor de las acciones o participaciones que constituyen el patrimonio de una empresa, su actividad, su potencial o cualquier otra característica susceptible de ser valorada, es una información necesaria para operaciones de compraventa de acciones, justificaciones de valor a efectos fiscales y tributarios, ampliaciones de capital, salidas de socios, herencias y sucesiones o reestructuración de deuda, por poner algunos ejemplos.
El objetivo es obtener un valor intrínseco con una metodología comprensible, acompañado de un exhaustivo análisis de los aspectos financieros y del entorno en que se desenvuelve, mediante un contraste sectorial. Dependiendo de las características de la empresa y de las necesidades del cliente, la metodología puede variar entre valoraciones patrimoniales y valoraciones por descuento de flujos.